Un blog de Universitat Politècnica de Valéncia, Campus de Gandia.

Arritmia y COVID-19, aumenta el riesgo

La fibrilación auricular (FA) consiste en la alteración del ritmo cardíaco, también denominada arritmia. Esta condición es la arritmia cardiaca más común en la práctica clínica a nivel global, ya que afecta a más de 9 millones de persones en toda Europa y a aproximadamente un millón de personas en España. Su prevalencia es de 1,5-2% en la población general y se incrementa con la edad, alcanzando hasta un 17% en la población mayor de 80 años, por lo que se estima que debido al envejecimiento de la población, su prevalencia se duplicará en los próximos 50 años.

En los últimos años, el avance en el conocimiento de la FA ha sido notable, introduciendo en la práctica clínica terapias que evolucionan rápidamente, como nuevos fármacos antiarrítmicos y técnicas de ablación con catéter. Sin embargo, el tratamiento de la FA sigue mostrando limitaciones y supone un impacto económico importante para los sistemas sanitarios, destinándose aproximadamente el 1% del presupuesto sanitario global y más del 15% del presupuesto dedicado a enfermedades cardiovasculares.

Estas limitaciones constituyen la motivación de la actividad investigadora de José Joaquín Rieta y su equipo de investigación (BioMIT.org), siempre orientada hacia el beneficio social, que alcanza gran repercusión con la obtención de avances novedosos de gran impacto científico como el desarrollo de métodos de análisis electrocardiográfico capaces de predecir la aparición de la FA con dos horas de antelación, abriendo las puertas a la terapia preventiva, y el desarrollo del análisis de indicadores electrocardiográficos que permite obtener la predicción preoperatoria del resultado de la cirugía Cox-Maze de la FA.

Actualmente, Rieta lidera un proyecto de investigación transnacional y multicéntrico en el que participa personal investigador de universidades nacionales (Campus de Gandia-Universitat Politècnica de València y Castilla-La Mancha) y extranjeras (Reino Unido, Italia y Suecia), junto a seis hospitales universitarios de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha.  Con este gran proyecto se sientan las bases para el desarrollo de la terapia personalizada de la enfermedad, un avance significativo que reduce los riesgos de los pacientes y disminuye los costes hospitalarios.

José Joaquín Rieta, investigador y docente en el Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València en el campo de la telecomunicación desde hace 25 años es experto en ingeniería biomédica, principalmente en el análisis y procesamiento de señales de fibrilación auricular, y un referente reconocido a nivel mundial en esta materia.

A lo largo de sus más de 20 años como investigador, su labor ha alcanzado gran prestigio y relevancia, posicionando su índice h en un valor de 27. José J. Rieta ha publicado 17 libros relacionados con la ingeniería biomédica, alrededor de 80 artículos en revistas científicas de ámbito internacional, ha colaborado con personal investigador de todo el mundo y ha dirigido numerosas tesis doctorales y proyectos de investigación, que conforman un historial académico docente e investigador extenso que encontrarás resumido en el libro “Escola Politècnica Superior de Gandia, XXV anys (1994-2019)”, en el que se dedica un capítulo a su trayectoria, al igual que al trabajo de otros docentes y personal investigador del campus.

PACIENTES CARDIOVASCULARES Y COVID-19

Las personas enfermas de FA u otra patología cardiovascular tienen especial riesgo en la situación actual de la enfermedad COVID-19. Si bien las personas con enfermedades cardiovasculares (ECV), como hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca o cardiopatía isquémica, tienen las mismas probabilidades de ser infectadas y padecer la enfermedad COVID-19 que aquellos que no padecen una ECV, estudios muy recientes han demostrado que la coexistencia de estas enfermedades con la infección aumenta la mortalidad y la posibilidad de sufrir complicaciones mayores. Así, el 50% de pacientes hospitalizados con COVID-19 tenían hipertensión, hasta el 44% de los mismos que fueron ingresados en UCI padecían arritmias cardiacas y el 20% de los que superó la enfermedad tuvo daño cardiaco causado por la inflamación asociada a padecer COVID-19.

Dado el riesgo que supone el virus para estas personas enfermas, se aconseja seguir algunas recomendaciones específicas tales como evitar acudir a la consulta de atención primaria si no es necesario, no abandonar la medicación sin indicación médica o mantener rutinas de autocuidado como el autocontrol de la presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura, frecuencia respiratoria, saturación de O2, glucemia y peso.


José Joaquín Rieta Ibáñez

Experto en ingeniería biomédica del Campus de Gandia

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