Campus de Gandia Ciencia

El compostaje comunitario como herramienta de sostenibilidad en municipios pequeños

compostaje reciclado Muro de Alcoy

compostaje reciclado Muro de Alcoy

La materia orgánica representa, según el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos 2016-2022 (PEMAR), el 47% de la bolsa todo uno, es decir, de la fracción resto. Así, además de ser la fracción con más peso específico dentro de la bolsa de basura, es la fracción que, por su naturaleza, obliga a tener frecuencias de recogida altas, para evitar posibles molestias por olores.

Por otro lado, la legislación promueve la implantación de sistemas de recogida separada de biorresiduos para destinarlos a compostaje doméstico o comunitario en aquellos lugares donde sea fácilmente practicable, como son las zonas rurales, donde se localizan los municipios más pequeños.

En este sentido, como ejemplo, en la provincia de Alicante hay 52 municipios con menos de 1.000 habitantes. La mayoría de ellos se concentran en zonas de montaña. Por razones de economía de escala, es fácil entender que realizar la recogida de residuos en estos municipios es más costoso que hacerlo en una gran ciudad, debido a que, para llenar un camión recolector, éste ha de recorrer muchos kilómetros por carreteras de montaña para recoger los residuos de los ciudadanos de varios de esos municipios pequeños, y luego transportarlos a las plantas de tratamiento. Y además con frecuencias de 4, 5 o incluso 6 días a la semana.

La legislación en materia de gestión de residuos impone una serie de obligaciones a las entidades locales respecto a la recogida y gestión de los residuos domésticos que generan. Así, el PEMAR, establece que para el año 2020, al menos el 50% en peso del conjunto de los residuos domésticos deben destinarse a la preparación para la reutilización y el reciclado, destacando que para la fracción de biorresiduos, la materia orgánica, su porcentaje individual también es del 50%. Así mismo, respecto a los biorresiduos, las entidades locales también están obligadas a implantar su recogida selectiva, para destinarlos a tratamiento específico, de manera que los municipios de más de 5.000 habitantes la implanten antes del 31 de diciembre de 2020 y los de menos de 5.000 habitantes antes del 31 de diciembre de 2023

Con estas premisas, el compostaje comunitario se convierte en una herramienta de sostenibilidad muy útil para los ayuntamientos pequeños. Vamos a suponer que se implanta el compostaje comunitario en estos 52 municipios, y que toda la materia orgánica se consigue gestionar en el propio municipio haciendo compost. Por un lado, dejamos de mandar a las plantas de tratamiento el 47% de los residuos, y por tanto reducimos la factura del coste de tratamiento. Y, por otro lado, como los residuos que huelen ya no están en el contenedor de la fracción resto, se puede reducir la frecuencia de recogida de esta fracción y abaratar los costes del servicio. Además, de forma paralela, se aumenta la cantidad y se mejora la calidad en la recogida selectiva de envases, papel y cartón y vidrio, lo que supone un mayor ingreso para los municipios.

Por experiencia los rendimientos del compostaje comunitario son fantásticos, ya que, de 100 kg de residuos orgánicos depositados, se consiguen 25 kg de compost y unas pérdidas de proceso del 65% (evaporación de agua y degradación de la materia orgánica). El 10% restante es estructurante que por tamaño recirculamos en un nuevo lote. Hay que pensar que un 80% de la materia orgánica es agua, y esta se evapora durante el compostaje, donde se alcanzan temperaturas de hasta 70ºC que higienizan el compost, eliminando patógenos y semillas.

Compostera de Planes

Pero las ventajas no son sólo económicas. También hay ventajas ambientales y sociales. Al reducir la frecuencia de recogida, reducimos la frecuencia de camiones por estas carreteras de montaña, mejorando la seguridad vial de los vecinos de estos pueblos. Menos kilómetros implica un menor consumo de combustibles y por tanto menos emisiones de gases contaminantes. También, en el proceso de compostaje es necesario utilizar lo que se denomina material estructurante, que son restos de poda triturados y que han de mezclarse con los residuos orgánicos para producir el compost, que una vez hecho se podrá utilizar bien por los propios vecinos o bien por el ayuntamiento en los jardines municipales.  Economía circular 100%.

Al mismo tiempo, los centros de compostaje requieren de una persona responsable, con conocimientos en la materia, que se encargue de supervisar su funcionamiento y que el proceso de compostaje se haga correctamente. Esta persona puede perfectamente supervisar entre 6 y 8 centros de compostaje, dependiendo de las distancias, lo que supone la generación de puestos de trabajo cualificados. Esto puede ser una ayuda a la despoblación que sufren estos municipios, ya que se va a generar empleo de calidad para gente joven formada.

Y para que el sistema funcione correctamente es necesaria una implicación total por parte de las corporaciones locales, que han de creérselo, y han de fomentar la correcta gestión de los residuos entre los vecinos, facilitando cubos domésticos marrones para la materia orgánica, bolsas compostables, organizando jornadas y charlas explicativas, resolviendo dudas y problemas. Es importante que la gente sepa que residuos han de depositarse en el cubo marrón de materia orgánica, que no tengan dudas, para que no haya impropios que perjudiquen el proceso.

A la vista de lo expuesto en el artículo, espero haber convencido de las bondades del compostaje comunitario para pequeñas poblaciones o comunidades de vecinos. Es un sistema que permite aprovechar los residuos como recursos, y producir un compost de buena calidad, sin más coste que la buena voluntad de los vecinos y la generación de algún puesto de trabajo.


Jorge Blanco Coll

Técnico Superior Especialista en Residuos. Diputación de Alicante. Licenciado en Ciencias Ambientales del Campus de Gandia de la UPV

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